La incapacidad temporal por enfermedad común
creció más de un 10% en 2015 a nivel nacional y
casi un 8% en Aragón. El gasto en prestaciones
económicas a cargo de las mutuas por este tipo
de absentismo laboral superó los 5.135 millones
de euros, un 8,16 % más que el año anterior.
La recuperación económica
española iniciada en 2013, que ha generado un
descenso del paro registrado y la creación de
empleo, también nos ha venido con un cambio en
la tendencia del absentismo laboral por
enfermedad común, que en 2014 empezó a repuntar
y que durante el año pasado se agudizó de manera
alarmante
De este modo, en
2015, la incapacidad temporal por enfermedad
común (ITCC) a nivel nacional se incrementó un
10,23% frente al año anterior, alcanzando los
3,93 millones de procesos, cuando la población
protegida sólo había crecido un 3,44%. En el
caso de Aragón,
la cifra asciende hasta los 121.308 procesos, lo
que supone un
7,74% más que en 2014,
siendo el incremento de población protegida sólo
un 2,53%.
En 2015, el coste del
absentismo por ITCC en España se eleva a casi
9.000 millones de euros, siendo el gasto en
prestaciones económicas por este tipo de
absentismo laboral, para las mutuas
colaboradoras con la Seguridad Social, de 5.135
millones de euros, un 8,16% más que en el año
anterior, y el resto del coste directo para las
empresas de 3.857 millones más. En bajas esto
equivale a que 758.181 personas no acudieron a
su puesto de trabajo ningún día del año, o lo
que es lo mismo, teniendo en cuenta la
afiliación a la seguridad social, el 4.85% de
los trabajadores no acudió a su puesto de
trabajo.
En el caso concreto de MAZ, el, coste de la ITCC
se incrementó un 13,94% en 2015, hasta los 113
millones de euros.
En el conjunto del sector
de las mutuas, la ITCC, en 2014 tuvo un
superávit de 136 millones de euros, mientras que
en 2015 tuvo un déficit de 104 millones, con 16
de las 20 mutuas dando un resultado negativo,
que debe compensarse con las reservas
complementarias de cada una. En caso de seguir
la tendencia, las mutuas podrían agotar sus
reservas y descapitalizarse, con el consiguiente
problema para el sistema y para las empresas,
que se benefician, entre otras ventajas, de una
asistencia sanitaria sin listas de espera en
accidentes de trabajo y de la posibilidad de
obtener lo mismo en determinados casos de
enfermedad común.
Por tanto, surge la
necesidad de mejorar la gestión de la ITCC,
reforzar la lucha contra el absentismo
injustificado, acortar la duración innecesaria
de los procesos, minimizar la carga burocrática
y contribuir, así, a reducir costes a las
empresas y al sistema.
Desde el sector de mutuas y
ante la creciente tendencia del absentismo por
ITCC y de su correspondiente coste asociado, tal
y como ha publicado recientemente la Asociación
de mutuas AMAT, tenemos algunas propuestas
para mejorar la situación.
Como posible
medida, debería
reconocerse a las Mutuas la competencia para
emitir altas médicas de los procesos de ITCC,
al menos, de los procesos de ITCC derivados de
patologías traumáticas.
Otras posibles medidas a
aplicar serían:
-
Regular los
supuestos de suspensión de la prestación
económica cuando el Trabajador se niegue a
que los Servicios Médicos de las Mutuas
puedan adelantar la realización de una
determinada prueba diagnóstica, tratamiento
diagnóstico o rehabilitador, para la que se
encuentra en lista de espera por ITCC.
-
Reconocer a facultativos Mutuas el acceso a
la totalidad de la historia clínica
informatizada.
-
Establecer de un sistema de reducción de las
cotizaciones por Contingencias Comunes de
las Empresas, siempre que hayan reducido los
costes de la Incapacidad Temporal por debajo
de los límites establecidos.
-
Seguir impulsando la colaboración de todas
las entidades implicadas en la gestión de
esta prestación (Entidades Gestoras de la
Seguridad Social, Servicios Públicos de
Salud y Mutuas Colaboradoras con la
Seguridad Social), evitándose la utilización
indebida de esta prestación.
En definitiva, ante este
desproporcionado incremento de costes y de
ineficiencia para el conjunto del sistema, deben
de plantearse medidas de mejora entre todas las
partes involucradas: empresas, trabajadores,
mutuas, y administración.