Si en algo están de acuerdo la mayoría de los
expertos en psicología es en asegurar que, a día
de hoy, la práctica de cualquier actividad
deportiva supone una de las terapias
psicológicas más baratas que existen debido a
sus innumerables beneficios.
Desde tiempos prehistóricos, el ser humano ha
utilizado su cuerpo como "motor" para
sobrevivir, existir y cazar. Para ello, sin
ser conscientes poseían unas condiciones físicas
muy buenas que potenciaban los resultados. Lo
malo de la máquina llamada cuerpo es que como
tal necesita moverse, sino pierde su alta
capacidad de progresión y nos lleva a un mal
estado físico que atrae malos vicios y que nos
puede llevar a la vida sedentaria. Y con la vida
sedentaria a tener una autoestima baja.
Por ello, expertos en psicología recalcan los
beneficios del deporte sobre las personas.
“La falta de actividad deportiva en las
sociedades occidentales es uno de los problemas
más graves que atentan contra la salud física y
mental”, dice el doctor Carlos Díez,
director de los Servicios Médicos Sanitas-Real
Madrid, añadiendo que “el deporte nos da la
posibilidad de aprender, entrenar y potenciar
habilidades mentales que nos van a servir para
mejorar en el deporte al que somos aficionados,
así como en cualquier otro ámbito de la vida, ya
sea laboral, académico o personal”.
La práctica del ejercicio físico aporta muchos
efectos beneficiosos a la salud mental de las
personas, entre los que destacan:
-
Disminuye el estrés: Reduce la
ansiedad, la depresión y sus efectos, como
irritabilidad y mal humor, pues libera la
tensión acumulada.
-
Genera motivación: Incrementa la
capacidad para saber plantear y afrontar
metas desafiantes pero a la vez realistas y
alcanzables.
-
Agudiza la mente: Aumenta el flujo de
oxígeno al cerebro, mejorando la capacidad
de aprendizaje, concentración, memoria y
estado de alerta.
-
Aumenta la autoestima: Al mejorar la
imagen corporal e ir alcanzando metas,
aumenta la confianza en uno mismo y se
desarrolla el espíritu de superación en los
demás aspectos de la vida.
-
Produce bienestar: Estimula la
liberación de endorfinas, que son las
hormonas que producen sensación de placer.
-
Entretiene: Sirve para distraerse de
las preocupaciones, divertirse y brindar un
estilo de vida saludable.
-
Aporta tolerancia a la frustración:
Aprendemos a no desanimarnos y luchar con
constancia e intensidad por lo que de verdad
queremos, superando los contratiempos que
inevitablemente surgirán.
-
Reduce la depresión: Cada vez más la
actividad física es utilizada como
estrategia terapéutica complementaria e
incluso, a veces, como alternativa a otras
formas de tratamiento para el tratamiento de
los problemas de salud mental. Tal es así,
que los expertos afirman que las personas
activas tienen alrededor de un 40% menos de
probabilidades de sufrir síntomas depresivos
en comparación con las sedentarias.
Es importante destacar que el ejercicio
físico y el deporte practicado de forma
incorrecta, tanto en intensidad como en
duración, no solo no van a proporcionar todos
los beneficios físicos y psicológicos
mencionados, sino que pueden ser
contraproducentes en muchos casos. Por eso es
importante consultar a especialistas sobre el
mejor tipo de deporte o ejercicio que podemos
realizar, teniendo en cuenta variables como la
nuestra edad o el estado físico, así como
someterse a un reconocimiento médico antes de
empezar.
¿SQ?