La tasa de partes de
incapacidad temporal (IT) sigue creciendo desde
desde 2014. Madrid y Baleares fueron las únicas
regiones que no implantaron a tiempo el nuevo
parte.
El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS)
ha hecho públicos los datos de bajas laborales
por contingencias comunes a cierre de octubre de
2016. No es el cierre del año, pero sí del
primer año desde que se pusiera en vigor el
nuevo sistema de partes de baja por incapacidad
temporal, que modificó el tradicional sistema de
partes semanales por un nuevo modelo que trata
de adecuar las visitas a la duración estimada de
la baja y, con ello, reducir la burocracia.
¿Qué ha ocurrido tras un año en vigor del
nuevo sistema?
Las sociedades de atención primaria expresaron
su sensación de que la burocracia no había
conseguido reducirse con el nuevo sistema, ya
que se habían eliminado los partes semanales
pero se había obligado a elaborar informes
complementarios cada cierto número de partes, lo
que resultaba incluso más burocrático.
Además, el nuevo sistema había eliminado la
posibilidad de delegar la entrega de partes de
confirmación en el personal administrativo,
forzando siempre a la visita con el facultativo
y había incrementado el tiempo que debía dedicar
cada médico a completar la información sobre la
actividad profesional del paciente, según
detallaron a DM las sociedades de atención
primaria.
Ahora los datos que acaba de publicar el INSS
confirman que, además, el nuevo sistema de
partes no habría conseguido tampoco reducir ni
la duración media de las bajas laborales ni la
incidencia por cada mil trabajadores ni el
número medio de partes mensuales. El incremento
producido en la duración media de las bajas y la
incidencia de la incapacidad temporal por cada
mil trabajadores desde la puesta en marcha del
nuevo sistema de partes respecto al año anterior
no habría sido elevada, pero sí confirma que el
nuevo modelo no habría podido reducir las bajas
ni su duració. Al menos durante su primer año de
vida, pese a la previsión que existía en el INSS
en esta línea, fruto de la idea de que el nuevo
sistema introducía un mayor control al obligar a
contrastar la actividad profesional del paciente
(y con ello si efectivamente la patología
impedía su desarrollo) y un mejor ajuste de la
duración media de las patologías. Se esperaba,
además, que el hecho de que las mutuas pudieran
controlar desde el primer día de baja el
proceso, acortaría los plazos de baja y el
propio número de bajas.
Los datos reflejan, sin
embargo, que la duración media de las bajas ha
crecido ligeramente, desde los 37,8 días de
media de 2015 a los 38,6 por ciento de 2016. El
crecimiento de la duración media de los procesos
de baja es habitual en años en los que se
produce una caída del número de bajas; es decir,
en años en los que se producen menos procesos de
incapacidad temporal cortos (porque haya menos
incidencia de la gripe, por ejemplo) y en los
que, por tanto, sólo quedan en la estadística
los procesos más complejos y largos, que hacen
aumentar la duración media de las bajas.
Sin embargo, el incremento
de la duración media de las bajas se ha
producido en este último año pese a que ha
crecido el número de bajas. Es decir, con el
nuevo sistema de partes habría crecido tanto la
incidencia como la duración media.
El nuevo modelo de partes
de incapacidad temporal, con todo, se ha ido
implantando de forma progresiva a lo largo de
2016 (tan sólo Madrid, Baleares, Ceuta y Melilla
no habían puesto en marcha el nuevo sistema de
partes al cumplirse un año de su entrada en
vigor), por lo que habrá que esperar algo más de
tiempo para confirmar si las bajas laborales
siguen creciendo o si se mantienen.
La mayor incidencia media
mensual por cada mil trabajadores se registró en
Navarra, con 38,6 procesos de baja por cada mil
trabajadores; frente a Extremadura, con sólo
11,6 partes de baja por mil trabajadores. Esta
menor incidencia media en Extremadura es,
probablemente, la causante de que la autonomía
registre una duración media mucho más elevada
que el resto de comunidades autónomas (64,5 días
de duración media de la baja, frente a la media
nacional de 38,6 días y a los tan sólo 25,3 días
de Navarra), en tanto el menor número de casos
de baja incluiría el sesgo de contemplar en
ellos sólo los de mayor duración media.
Diario Médico