Estas nuevas medidas suponen fortalecer el control del Estado sobre los
pagos de la Generalitat, después de que el gobierno catalán haya
decidido vulnerar las condiciones que la propia Comisión Delegada
estableció en el pasado mes de julio con la misma finalidad. La decisión
de la Generalitat de desobedecer las condiciones del acuerdo del mes de
julio ha sido comunicada esta misma semana por la interventora general
de la Comunidad Autónoma y por el vicepresidente de Govern catalán,
Oriol Junqueras.
Hasta ahora, la Generalitat había enviado semanalmente todas las
comunicaciones a las que estaba obligada pese a haber presentado un
recurso contencioso administrativo contra la decisión de la CDGAE.
Además, esta actitud se produce en un contexto político y jurídico de
enorme gravedad, cuando las instituciones catalanas han decidido
vulnerar el ordenamiento constitucional con la aprobación de las leyes
del referéndum de autodeterminación y el desarrollo de los reglamentos
para la convocatoria de la consulta de independencia el 1 de octubre.
Toda esta situación puede perjudicar la recuperación económica en
España. De hecho, distintos organismos, entidades y agencias de
calificación insisten estos días en que la crisis política provocada por
el conflicto creado por la Generalitat supone un factor negativo para la
recuperación económica y para la prima de riesgo, lo que introduce
factores de incertidumbre que pueden desacelerar la economía y
repercutir negativamente en la creación de empleo y en la reducción del
déficit público.
Para hacer frente a este riesgo, la obligación del Gobierno es seguir
actuando, como hasta ahora, con medidas proporcionales a la situación
creada, que garanticen la prestación de los servicios públicos y la
estabilidad presupuestaria, y protejan el interés general. Así pues, el
Consejo de Ministros ha sido informado de las medidas que posteriormente
han sido aprobadas por la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos
Económicos, y que entrarán en vigor el día siguiente de su publicación
en el Boletín Oficial del Estado:
Las nuevas medidas de control
financiero
1.- El acuerdo de la CDGAE requiere al presidente de la Comunidad
Autónoma de Cataluña para que, en el plazo de 48 horas desde la
publicación del acuerdo en el BOE, adopte y comunique al Ministerio de
Hacienda y Función Pública (MINHAFP) un acuerdo de no disponibilidad
sobre el presupuesto de la Generalitat que afecte a todos los créditos
presupuestarios no vinculados con servicios públicos fundamentales. Esto
supone que la Generalitat no podrá realizar nuevos pagos de gastos que
no estén ya comprometidos, excepto si afectan a servicios públicos
esenciales. Excepcionalmente, el MINHAFP, a solicitud del Interventor
General de la Comunidad Autónoma, podrá autorizar la revocación parcial
de dicho Acuerdo de no disponibilidad, si se justifica la concurrencia
de razones de urgente y extraordinaria necesidad.
2.- La Comunidad Autónoma deberá comunicar al Estado todos los pagos
pendientes que afecten a los servicios públicos fundamentales, con la
firma de la Intervención General certificando que esos gastos no
financian ninguna actividad relacionada con el referéndum ilegal. Una
vez recibida la información, el Estado no enviará nuevas transferencias
a la Comunidad Autónoma para pagar esos servicios, sino que abonará
directamente tanto las facturas de los proveedores, como las nóminas de
los empleados públicos.
3.- El Acuerdo de la Comisión Delegada se va a enviar a las entidades de
crédito con el fin de que sus oficinas eviten colaborar con las
actividades del referéndum ilegal, como ya hacen frente a otras posibles
actuaciones delictivas como puede ser el blanqueo de dinero.
De esta manera, si estas entidades detectan algún pago o transferencia
relacionada con el referéndum del 1 de octubre, deberán comunicarlo al
Ministerio Fiscal. Además, a partir de la entrada en vigor de esta
orden, cualquier pago de la Generalitat debe ir acompañado de un
certificado de la Intervención General acreditando que el mismo no está
relacionado con ese proceso ilegal.
4.- A partir de la publicación en el BOE de este Acuerdo de la CDGAE,
todas las operaciones de endeudamiento de la Generalitat requerirán
autorización previa del Consejo de Ministros, incluso las operaciones a
corto plazo, a pesar de que ya esté aprobado su Plan Económico
Financiero.
5.- Asimismo, todas las facturas de los proveedores de los servicios
públicos fundamentales de la Comunidad Autónoma de Cataluña o entidades
vinculadas o dependientes deberán presentarse y consultarse a través del
punto de entrada general de facturas electrónicas de la Administración
General del Estado (FACe) para conseguir un mayor control de las mismas
y garantizar su abono.
Justificación de las medidas
El Gobierno pone en marcha estas medidas consciente de que son
necesarias para preservar la estabilidad presupuestaria, la recuperación
económica y la prestación de los servicios públicos básicos, y lo hace
en el ejercicio legítimo de sus competencias. Es verdad que estas
medidas afectan a la autonomía financiera de la Generalitat, pero no
debemos olvidar que es al Estado al que le corresponde la dirección de
la política económica del país, y que la estabilidad presupuestaria es
un principio constitucional que el Gobierno tiene la obligación de
cumplir y hacer cumplir.
Por otra parte, este paso se mantiene en la prudencia con la que el
Gobierno responde en todo momento al desafío que estamos viviendo. Por
eso no supone un control político de la Generalitat, como ninguna de las
medidas adoptadas hasta ahora, ya que el Gobierno en ningún momento
suspende sus competencias. Lo que sí supone es que el Gobierno del
Estado pasa a asumir el control de la gestión de sus gastos, y lo hace
en defensa de los servicios públicos, de la estabilidad presupuestaria y
del interés general.
El Gobierno asume la responsabilidad de estas actuaciones ante los
ciudadanos españoles en general y ante los ciudadanos de Cataluña en
particular, desde la convicción de que es su obligación política,
constitucional e institucional defender el interés público y el progreso
económico del país frente a las iniciativas que lo están poniendo en
peligro.