Todos los países firmantes deberán limitar sus
emisiones, aunque los desarrollados tendrán que hacer un mayor esfuerzo y
movilizar 100.000 millones de dólares anuales.
El acuerdo de París fija, entre otros objetivos,
elevar los “flujos financieros” para caminar hacia una economía baja en
emisiones de gases de efecto invernadero, cuya sobreacumulación en la atmósfera
por las actividades humanas ha desencadenado el cambio climático. Se busca
además aumentar la capacidad de los países de adaptarse al cambio climático,
siempre teniendo en cuenta la "seguridad alimentaria". Por último, se aboga por
conseguir que los "flujos financieros" caminen hacia una economía baja en
emisiones de gases de efecto invernadero.
Metas
Para lograr el objetivo de que el aumento de la
temperatura media a finales de siglo se quede entre los 1,5 y 2 grados se
establece que todos los países deberán alcanzar un techo en sus emisiones de
gases de efecto invernadero "lo antes posible". Los países desarrollados deberán
hacerlo los primeros. Los que no lo son tendrán más tiempo, aunque no se fija un
año concreto. De lo que sí se habla es que, en la segunda mitad de este siglo,
se deberá llegar a un "equilibrio" entre las emisiones y la capacidad de
absorber esos gases, principalmente el dióxido de carbono.
Mitigación
El principal instrumento sobre el que se construye
el acuerdo son las llamadas "contribuciones" nacionales. De momento, 186 de los
195 países que negocian ya han presentado planes de reducción de sus emisiones.
El primer análisis se realizará en 2018 y la primera actualización al alza en
2020, cuando entraría en vigor el acuerdo de París. Otro de los instrumentos
clave del acuerdo es la creación de inventarios para poder hacer un buen
seguimiento de los programas nacionales de reducción.
Vinculación
Este punto se ha tenido que incluir para evitar que
Estados Unidos, el segundo mayor emisor mundial, no se quede fuera del pacto, ya
que tendría problemas para ratificarlo en su país si se le imponen desde fuera
metas concretas de reducción de emisiones.
Financiación
Para que los países con menos recursos puedan
adaptarse a los efectos del cambio climático y para que puedan reducir también
sus emisiones se establece la obligación de que exista ayuda internacional. Los
países desarrollados son los que deben movilizar los fondos. El compromiso es
lograr hasta 2025 que se movilicen 100.000 millones de dólares anuales, aunque
se fija una revisión al alza para antes de ese año.
Además, en el documento se incluye la creación de
un organismo internacional nuevo dedicado a las "pérdidas y daños"; es decir,
para compensar a los Estados que se verán más afectados por las consecuencias
del cambio climático. El desarrollo de este nuevo órgano quedará para más
adelante. Por último, el acuerdo también incluye la creación de mecanismos de
mercado de emisiones de gases de efecto invernadero.
Para descargar Convención Marco sobre el Cambio
Climático,
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