LOS RECURSOS
PSICOLÓGICOS
Las pérdidas laborales
siguen siendo motivo de
interés no sólo en tiempos
de crisis, sino como un
elemento importante en la
mejora de la competitividad
de las empresas. La causa
que está presente en un
mayor número de accidentes
laborales es el factor
humano, por tanto cualquier
plan de reducción de
siniestralidad deberá
focalizar una buena parte de
sus esfuerzos en las
personas.
Trabajar implica una
relación interpersonal, por
lo que parecería lógico
pensar que el modo y manera
de establecer canales de
comunicación y los estilos
de mando (liderazgo)
afectarán positiva o
negativamente, repercutiendo
en las personas y en su
salud, con motivo de la
actividad
laboral.
Es habitual que se produzcan
conversaciones informales
entre trabajadores donde se
habla de aspectos como: el
ambiente físico de trabajo,
su contenido, las relaciones
interpersonales,
la organización del
tiempo de trabajo, la
gestión de personal, la
conciliación
trabajo-familia... En esos
momentos y sin saberlo, se
está aludiendo a factores de
riesgo psicosocial.
Estos factores pueden llegar
a generar entre otros:
·
Estados de desánimo
·
Cansancio
·
Desmotivación
·
Desconfianza
·
Falta de percepción de
promoción profesional
·
Monotonía
Todos estos aspectos
subjetivos van asociados a
una pérdida de
concentración, falta de
atención, despistes y otros
elementos que suelen ser
claves en la generación de
accidentes laborales. Por
tanto, a la hora de abordar
la reducción de la
siniestralidad, es
trascendental incluir los
factores psicosociales
proponiendo acciones de
mejora que se integren junto
a las actuaciones realizadas
desde el punto de vista de
seguridad laboral.
Prevención significa “preparar
anticipadamente para evitar
o ejecutar
algo”. Pero,
¿Qué cabría
anticipar? ¿Qué habría que
evitar? ¿Quién tendría que
ejecutarlo? Para hacer una
buena prevención, no habría
que centrarse únicamente en
un aspecto o causa de los
accidentes, sino hacer un
tratamiento global y
armonizado desde todos los
ámbitos preventivos. La
psicosociología debe dejar
de ser el “patito feo” de la
prevención y asumir su papel
como elemento necesario para
reducir el absentismo en las
empresas, tanto el
ocasionado por la
siniestralidad laboral, como
por contingencias comunes.
Estudios representativos
relacionados con la
investigación psicológica
que analizan las
percepciones de los
trabajadores, resaltan la
efectividad e importancia de
acciones formativas que
pauten intervenciones de
entrenamiento y
retroinformación personales
que puedan utilizar en
momentos de adversidad
motivados por el trabajo.
¿De qué estaríamos
hablando?¿Qué recursos
psicológicos formarían parte
del botiquín personal que
debidamente utilizados
podrían servir de
protección, mejora de
la calidad de vida y
el bienestar subjetivo y
además ayuda en la reducción
de la siniestralidad y
mejora del rendimiento
laboral?¿Existen evidencias
contrastadas médicamente de
que la potenciación de los
recursos psicológicos
modifica y consigue
disminuir determinados
marcadores fisiológicos y
fomenta la prevención?
Estos son algunos de los
principios activos de este
conjunto de recursos
psicológicos personales que
implementados como acciones
de mejora podrían constituir
una alianza para la
reducción de siniestralidad:
·
El
optimismo
·
El
afrontamiento positivo
·
Estilos
adecuados de comunicación
·
Mantener
buenos niveles
de higiene emocional
·
Ejercitar la autoestima
·
Mejorar el sentido de humor
·
Tener una buena capacidad
para solucionar problemas
·
Gozar
de cierto
autocontrol
·
Fortalecer el sentido de
coherencia
·
Cultivar
un buen apoyo social
Está demostrado que se
producen mejoras
significativas en el ritmo
cardíaco, en disfunciones
relacionadas con el
descanso, en el
fortalecimiento del sistema
inmunológico y en la
valoración personal de las
plantillas ante el estrés
negativo percibido. Estas
mejoras sirven para
argumentar a favor de la
implementación de este tipo
de programas potenciadores
de los Recursos
Psicológicos.
Las
pérdidas laborales siguen
siendo motivo de interés no
solo en tiempos de crisis,
la potenciación de los
recursos psicológicos
servirían tanto como dice el
refrán:
“Los únicos errores que
cometemos en la vida, son
las cosas que nunca hacemos”
Ana Miren Sierra
Charola
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Departamento de
Prevención de Mutua
MAZ.
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