Infarto de miocardio
Un alto porcentaje de la mortalidad en nuestro país se debe a problemas con la circulación de la sangre. El infarto de miocardio ocupa un lugar preferente entre estas causas.
El infarto de miocardio es una lesión de la pared del corazón que se produce al obstruirse los vasos que conducen elementos nutricios y oxígeno a dichas paredes. Las funciones del miocardio son las de bombear y distribuir sangre por todo el organismo, por lo que una posible lesión afectaría de forma brusca y directa la función cardíaca. En poco tiempo, la parte contráctil de la pared del corazón quedaría convertida, por falta de sangre, en tejido muerto.
Síntomas
Notar dolor en el pecho, a veces irradiado a brazos o antebrazos, cuello o mandíbulas, que suele ser intenso, con carácter opresivo y frecuentemente acompañado de sudoración, náuseas, etc. pueden resultar síntomas del infarto de miocardio.
A pesar de que no todos los dolores en el pecho tienen por causa un infarto de miocardio, ante la sospecha, debemos acudir lo antes posible al centro más cercano, donde se disponga de una unidad coronaria o de cuidados intensivos.
Acudir cuanto antes a un centro hospitalario, puede ser bueno para que el infarto o amago de infarto en un 60% de las veces no acabe en muerte del paciente, dado que las primeras horas son las críticas.
El medio de transporte más próximo y rápido son los conocimientos de actuación ante los síntomas del infarto. Es preferible no esperar a ambulancias o a visitas médicas.
Si hay pérdida del conocimiento, la posición adecuada en el transporte es la tumbada; en caso contrario, es indiferente.
La importancia de ponerse con urgencia en manos de profesionales radica en el hecho de que todas estas alteraciones, pueden ser tratadas con facilidad en la unidad coronaria o en la de cuidados intensivos.
En algunas ocasiones, puede presentarse un dolor con características similares a las referidas anteriormente, aunque menos intenso y pasajero. Puede tratarse de una angina de pecho, hecho que igualmente nos obliga a la visita médica para su tratamiento, ya que este episodio puede preceder al infarto.
Ya sea una afección transitoria o un infarto, ambos pueden tener consecuencias irreversibles.
Tratados a tiempo, existen tratamientos que permiten volver a la vida normal a los pocos días.