Fracturas y amputaciones
Tratamiento general de las fracturas
Primeros auxilios
Valorar el estado general del enfermo, no desplazando a la víctima de un lugar a otro. Si hay riesgo vital, posponer la ayuda en la fractura. No se debe actuar en primera instancia sobre la zona lesionada y olvidarse de las constantes vitales del paciente. Ante todo accidentado, lo primero que hay que tener en cuenta es la existencia de respiración espontánea y de pulsos periféricos.
Buscar las posibles lesiones asociadas (otras fracturas, traumatismos abdominales).
Buena inmovilización con un entablillado rígido, férulas neumáticas o vendas enyesadas.
Se utiliza aquello de lo que se disponga. En fracturas de dedos de la mano, basta con un lapicero, tablilla de los polos u otros tomando como muestra el mismo dedo en la otra mano. Dependiendo de las circunstancias, se utilizará lo más apropiado. Si la fractura es de antebrazo, codo, mano o dedos se colocará un cabestrillo.
Si es posible, colocar el miembro fracturado en elevación.
Las férulas colocadas deberán quedar bien fijadas y almohadilladas para evitar lesiones de la piel. Una vez realizada una buena inmovilización, se puede proceder al traslado.
Si se sospecha una fractura de alguna de las vértebras hay que evitar movimientos bruscos y movilizar al paciente en bloque, para evitar lesiones más graves. Si tenemos dudas es preferible no tocarle hasta que llegue una ambulancia con medios suficientes.
Tratamiento en el lugar del accidente
Si es cerrada
Enderezar las fracturas muy anguladas, NO REDUCIR.
Entablillamiento y vendaje compresivo (colocar almohadillado con apósitos y/o algodón para evitar lesiones de la piel, úlceras, escaras, etc.).
Traslado. Si es fractura de extremidades inferiores, es preferible llevarlos en camilla.
Si es abierta
Controlar hemorragias con vendajes compresivos.
Apósitos estériles.
No introducir restos óseos.
En ambos casos
Control de pulsos periféricos antes y después de vendajes compresivos.
Observar que no se inflaman los dedos de las extremidades ni se quedan fríos y adquieran un tono azulado con dolor y rigidez (vendaje muy apretado que impide la circulación).