Heridas
Tratamiento de heridas simples
Son principalmente las erosiones, abrasiones y las soluciones de continuidad de la piel poco profundas.
Quitar todos los objetos que compriman o contaminen la herida, como las ropas, pulseras, anillos, etc.
Lavarse las manos de forma concienzuda con agua y jabón. Lavar la herida con abundante agua y jabón en dirección contraria a cómo se produjo el rozamiento. Realizar compresión y, si es posible, elevación del miembro, hasta que deje de sangrar.
Colocar un apósito o vendaje compresivo, teniendo en cuenta que no comprima demasiado y actúe como un torniquete.
Remitir al médico para valoración.