Acaba de empezar
el año 2012 y la
sensación que se
tiene es que va
a ser
continuación del
anterior, aunque
se escuchan
voces que
anuncian que
puede ser peor,
que se han
congelado los
salarios de los
funcionarios y
el salario
mínimo
interprofesional,
que el
mantenimiento
del consumo no
va a ser posible
con las
reducciones
presupuestarias
y el
adelgazamiento
de personal en
las
Instituciones,
que las empresas
siguen notando
la falta de
liquidez y que
por tanto el
desempleo,
desgraciadamente,
va a seguir
creciendo.
Con este
panorama,
trabajar en el
campo de la
Prevención de
Riesgos
Laborales, va a
ser mas
complicado que
nunca, ya que
las empresas van
a estar mas
ocupadas y
preocupadas en
su
supervivencia,
que en cualquier
otro aspecto que
les pueda
parecer
colateral y que
no contribuya a
su objetivo
final como
empresa-negocio.
En estas
condiciones, la
cuestión que
debemos
plantearnos es
qué tipo de
actuaciones
vamos a poder
realizar, que
ayuden a las
empresas y
trabajadores a
cumplir sus
objetivos de
reducción de la
siniestralidad.
Y la respuesta
no puede ser
otra, que la de
tratar de tener
mas presencia en
aquellas
empresas,
fundamentalmente
Pymes que debido
a su estructura
empresarial,
posiblemente no
dispongan de
personal
cualificado que
se preocupe de
mantener el
listón que se
había conseguido
en este tiempo
atrás en materia
de Prevención de
Riesgos
Laborales.
De manera, que
si nuestro
asesoramiento y
seguimiento a
las empresas de
alta
siniestralidad
ha sido
fundamental en
la reducción de
la misma, en
este momento, la
ayuda mediante
campañas
informativas y
la
sensibilización
a mandos
intermedios y
trabajadores,
tiene que
convertirse en
el eje
fundamental de
nuestro trabajo.
Para ello, vamos
a renovar
nuestro
compromiso como
Dpto. de
Prevención de
MAZ, en llegar
al máximo numero
de empresas
asociadas, para
informarlas en
materia de
Prevención,
asesorarlas y
orientarlas en
aquellas
cuestiones donde
observemos que
existe un mayor
déficit y
sensibilizar a
trabajadores y
empresarios
mediante
Campañas y
Códigos de
Buenas
Practicas, en
que los
accidentes de
trabajo se
pueden reducir
hasta su
eliminación, que
el coste de los
mismos no se
puede asumir en
ningún caso y
menos que nunca
en tiempos de
crisis.
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