¿SOY “TÓXICO”?: CLAVES PARA IDENTIFICAR CONDUCTAS TÓXICAS EN 
			EL ÁMBITO LABORAL
			 
			Marta Lavado González
			Área de Actividades Preventivas Mutua 
			Maz
			 
			 
			
			
			Seguramente alguna vez hayas sido testigo de que alguien de tu 
			entorno haya utilizado el adjetivo “tóxico” para referirse a un 
			conocido, familiar, compañero sentimental, etc. E incluso, tú mismo 
			puedes haber empleado este término en referencia a la conducta o 
			personalidad de un tercero con respecto a ti u otra persona, pero 
			¿te has parado a pensar qué significado tiene dicho término? ¿Es 
			posible reconocerlo y por ende usarlo adecuadamente dentro del 
			ámbito laboral?
			
			LA PERSONALIDAD
			La personalidad es el conjunto de características con las que nos 
			describimos y que conforman nuestro yo o “sí mismo” en una unidad 
			coherente. Entre dichas características, debemos distinguir lo que 
			denominamos rasgos (por ejemplo, sumisión, agresividad, 
			sociabilidad…), conjuntos de rasgos (como son la extroversión o la 
			introversión) y los deseos, motivaciones, aspiraciones, 
			sentimientos, emociones y mecanismos de los que el individuo dispone 
			para hacer frente a la vida. Por tanto, podríamos decir que la 
			personalidad es la forma en que pensamos, sentimos, interpretamos la 
			realidad y nos comportamos habitualmente.
			Nuestra personalidad se encuentra influida en una gran parte por 
			nuestra genética. Nuestros genes, por tanto, nos predisponen a 
			ciertas situaciones en una gran proporción. Por otro lado, hay que 
			tener en cuenta que no sólo la genética nos condiciona, ya que otros 
			factores como las experiencias, el ambiente, el entorno familiar, la 
			educación, las amistades, la cultura y la sociedad en general 
			moldean nuestra personalidad y nos hace que nos decantemos en una 
			dirección u otra. Por eso, aunque es posible cambiar nuestra forma 
			de ser, siempre lo haremos conforme a las cualidades personales con 
			las que hemos nacido.
			En general, nuestra forma de comportarnos sigue una tendencia 
			determinada a lo largo del tiempo, lo que no necesariamente 
			significa que en todos los casos y aspectos de la vida seamos 
			siempre de la misma forma. Es aquí donde entran en juego los estados 
			de ánimo, que influyen en nuestro comportamiento de modo que podemos 
			tener variaciones en función de nuestro humor. Estas variaciones son 
			psicológicamente sanas siempre y cuando no sean desmesuradas, puesto 
			que son un indicio de que poseemos una personalidad flexible y, por 
			tanto, con capacidad para adaptarse a diversas circunstancias 
			diarias.
			
			
			La personalidad sana o equilibrada
			
			
			Hablamos de personalidad equilibrada cuando podemos apreciar en la 
			misma las siguientes características:
			
			 
			
				
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					 - Flexibilidad: Cuando una 
						persona es capaz de saber cómo reaccionar ante las 
						situaciones y ante otros de    diferentes 
						maneras. Es decir, la persona posee un amplio registro 
						de conductas y las emplea en función de las exigencias 
						que se le presenten. 
					
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- Variación: Es decir, la 
						persona lleva una vida en la que albergan diferentes 
						actividades y, por tanto, no la ciñe a un mismo tema. 
						- Tolerancia: El individuo es capaz de tolerar situaciones 
						de presión y enfrentarse a ellas; no se hunde ni huye de 
						las dificultades e imprevistos que le surjan. 
						- Real: La forma en que el sujeto se ve a sí misma, a los 
						demás y al mundo en general no está distorsionada, es 
						decir, se ajusta con bastante precisión a la realidad. 
						  
						 
					 
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						PERSONALIDAD TÓXICA 
						Las personas con personalidad tóxica son aquellas que en 
						la relación interpersonal desgastan, intimidan, acosan, 
						ningunean o culpabilizan a los demás. Estas personas 
						reflejan su interior a través de la negatividad, el 
						pesimismo, el resentimiento, los celos, las críticas 
						destructivas, la envidia, la frustración, baja 
						autoestima, necesidad de ser reconocidas, aprobadas y de 
						ser importantes. Sin embargo, no todas las personas 
						tóxicas actúan de forma activa, hay otras que lo hacen 
						pasivamente haciéndose pasar por “inocentes” y se 
						muestran excesivamente llorones, necesitados de ayuda y 
						de ser velados constantemente, criticando a los demás, 
						permaneciendo solitarios y generando lástima a los demás 
						con su actitud. 
						Teniendo en cuenta lo anterior, podemos afirmar que 
						podemos encontrar gente tóxica en todos los ámbitos de 
						nuestra vida, incluido el laboral. 
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				Psicópata laboral
			Los psicópatas laborales son personas tóxicas que han conseguido 
			integrarse en el mundo laboral. Se caracterizan por su falta de 
			sensibilidad y preocupación por los sentimientos de los demás, la 
			ausencia notoria de empatía, la indiferencia y la insensibilidad 
			ante los derechos de los demás, la ausencia de sentimientos de 
			culpabilidad y la incapacidad para relacionarse y desarrollar 
			relaciones afectivas. Además, estas personas por lo general son 
			egocéntricas, engreídas, poco formales, impulsivas, agresivas, 
			inestables y tienden a engañar y mentir patológicamente de forma 
			locuaz y valiéndose de un encanto superficial y de una sensación de 
			autovalía y grandiosidad carentes.
			 
			 
			
			
				
				PERSONALIDADES TÓXICAS EN EL ÁMBITO LABORAL
			
			
				
				
			En general, podemos encontrar los siguientes tipos de personas 
			tóxicas en el ambiente laboral, aunque en realidad es posible 
			reconocerlos en todos los ámbitos de nuestra vida:
			
			
				
			1.Envidioso: Tenderá a buscar aliados para envenenarlos con sus 
			palabras y pensamientos. Son personas infelices que desean lo que 
			los demás tienen o consiguen y, por eso, su objetivo es que 
			fracasen.
			
			
				
			2.Manipulador: Es posible que pasen desapercibidos durante mucho 
			tiempo, ya que son personas que se muestran amables y complacientes. 
			Poseen una capacidad extraordinaria para empatizar con lo que les 
			viene bien. Se sienten atacados cuando la gente es sincera con ellos 
			y, por eso, hacen que los demás se sientan culpables, lo que provoca 
			que la gente se retracte de sus opiniones a pesar de llevar razón; 
			es decir, consiguen hacerse con el control de los pensamientos y 
			decisiones de su entorno. Son mentirosos, contaminan el entorno con 
			su pesimismo y sus problemas siempre serán más graves e importantes 
			que los de la gente que les rodean.
			
			 
			
			
				
			
			
			
				
			
			
				
					
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					3.Sociopsicópata: Se trata de 
					personas impulsivas que no tienen límites afectivos y no 
					sienten remordimientos cuando dañan a los demás. Son 
					ambiciosos, pero en el mal sentido de la palabra, ya que 
					tratan de conseguir sus metas sin tener en cuenta las de los 
					demás e incluso arrollándolos y destruyéndolos a su paso. 
					Son incapaces de disculparse. 
					 
					Se presentan como personas encantadoras, que suelen 
					interesarse mucho por los demás mediante preguntas y luego 
					emplean la información obtenida en contra de las mismas. 
					Miente, engaña y así logra lo que desea obtener. Además, 
					fingen sentimientos que ni sienten ni padecen, 
					convirtiéndose en individuos opuestos a aquellos que son 
					empáticos. | 
				
			
			
			 
			
			
				4.Autoritario: Normalmente suelen ser los jefes. Son 
					personas muy inseguras y se valen del miedo de sus 
					subordinados para reafirmarse en que poseen control y poder. 
					Pueden llegar a humillar, amenazar e imponer su voluntad, 
					jugando con la necesidad que tienen las personas por 
					conservar su empleo. Son, por tanto, acosadores laborales.
			
			
				
			
			
			
				
			
			
			 
			
			
				5.Descalificador: Se siente bien manipulando, menospreciando y 
			desestabilizando emocionalmente a los demás, provocando que éstos se 
			sientan inseguros y dependan de sus opiniones. En un principio se 
			muestran como grandes amigos fingiendo un gran interés para así 
			ganarse la confianza de los que les rodean. Sin embargo, aprovechan 
			los conocimientos que tienen de los demás para desvalorizarlos 
			delante de otros. El factor sorpresa es su aliado y, cuando menos se 
			espera, se desprende de su máscara y da la cara como lo que en 
			realidad es: un ser violento que desprecia a sus semejantes.
			
			
				
			
			
			 
			
				
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					6.Pesimista: Tal y como imaginamos, son personas que siempre 
			tienden a ver todo negativamente. Les afecta todo con mucha 
			intensidad y se rinden fácilmente. La negatividad en la que se 
			encuentran inmersos atrae más de lo mismo, creando un círculo 
			vicioso. Se muestran como indefensos ante los demás y se quejan 
			constantemente de su vida presente, pasada y de incluso su probable 
			futuro, por lo que carecen de objetivos, metas y aspiraciones. Son 
			personas de las que hay que procurar alejarse, ya que aunque uno 
			intente convencerlos de que no todo es tan malo, te llevan la 
			contraria y consiguen que entres en su espiral de negatividad, 
			despojándote de tu optimismo para así sentirse bien. A estas 
			personalidades también se les denomina “vampiros emocionales”. | 
					
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			7.Neurótico: Se caracterizan por ser inseguros. Intentan conseguir 
			una buena posición social imponiéndose objetivo 
				que luego no podrá cumplir, puesto que sus sentimientos de 
			desvalorización personal les bloquean. Trata siempre de llamar la 
			atención, ya que odia no llevar siempre la razón o no saber más que 
			alguien sobre un tema en cuestión. Tienen una conducta 
			perfeccionista, conflictiva, infantil y egoísta. Además, tienen 
			constantes cambios de humor que imposibilitan que la convivencia con 
			ellos sea cordial y agradable.
			
			
			
			
			
			
			
			
			
			
			
			
			
			 
			 
			CÓMO DETECTAR, CONVIVIR Y HACER FRENTE 
			A SUJETOS TÓXICOS
			
			Las personalidades tóxicas tienen consecuencias negativas para 
			nuestra salud física y mental y, por ello, es fundamental reconocer 
			los síntomas nocivos que nos producen. Entre ellos podemos destacar 
			los dolores de cabeza, la angustia, la ansiedad, la depresión o el 
			insomnio.
			
			Algunas de las pautas que podemos llevar a cabo para no resultar 
			afectados por estos individuos son:
			 
			 
			
				
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					- Controlarlos quitándoles su poder. Esto se 
			consigue evitándolos, escapando de ellos y no permitiéndoles que 
			accedan a nuestra intimidad. Cuando no queda más remedio que 
			convivir con ellos porque forman parte de nuestra familia o de 
			nuestro entorno laboral, lo mejor es abstraernos mentalmente de su 
			presencia e incluso de sus acciones. 
					- 
					Emplear la amabilidad como la mejor arma para combatirlos, ya que 
			su afán por lograr lastimarnos con sus comportamientos o palabras 
			desagradables queda neutralizado cuando ven que carecen de efecto. 
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					Mantener y elegir una actitud positiva para así 
					contrarrestar las actitudes tóxicas. 
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					Reducir al mínimo el contacto personal con este tipo de 
			individuos. 
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					Establecer las reglas de convivencia de forma clara y previamente.
			 
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			 Centrarse en los aspectos positivos que cada uno tiene en su vida 
			y, en especial, cuando está presente una persona tóxica. 
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					Ser autocríticos con nosotros mismos con asiduidad, revisando cómo 
			somos y nos comportamos con los demás. 
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			 Poner en conocimiento de la persona tóxica de sus actitudes 
			perjudiciales, ya que de lo contrario extenderá su poder en el 
			ambiente. 
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			BIBLIOGRAFÍA
			
			MUÑOZ, A. “Personalidad”. Recurso electrónico. Disponible en: 
			
			
			http://www.cepvi.com/personalidad2.shtml
			
			¿Qué es una persona tóxica? Conocimientos web. Net. Disponible en:
			
			http://www.conocimientosweb.net/portal/article2590.html
			
			CABALLERO, A. (2011): “Personas tóxicas y psicópatas laborales”. 
			Disponible en:
			
			http://psicologiaconalfonso.com/gente-toxica-y-psicopatas-laborales
			 
			LEMOS RODRÍGUEZ, R. “7 tipos de personalidades tóxicas”. Disponible 
			en:
			
			http://lamenteesmaravillosa.com/7-tipos-de-personalidades-toxicas/